Soto, Francisco

A pesar de que se desconocen con certeza sus orígenes, parece que era de Palencia. Pedro Calahorra escribe que entre 1526 y 1528 fue tañedor en la capilla del arzobispo de Zaragoza, Juan II de Aragón, y que debió ser muy considerado en aquella ciudad porque dos de sus hijos, Agustín y Ana, fueron apadrinados por importantes personajes de la ciudad. Cuando en 1526 el organero Pedro Serrano arregló el órgano mayor de la Catedral de Zaragoza, Soto fue uno de los maestros que, junto a Pedro Navarro, revisó el arreglo.

Pero en 1528 el arzobispo lo cedió a Carlos V para que formase parte, como clavicordista, de su capilla de ministriles. En 1538 lo encontramos, conjuntamente con Antonio de Cabezón, como músico de cámara en la casa de Castilla del emperador Carlos y de la emperatriz Isabel. Luis Robledo informa de que en 1540 era organista, otra vez junto con Antonio de Cabezón, en la Casa de las infantas María y Juana, aunque con la obligación de servir, cada medio año, en la del príncipe Felipe. Su hijo Cipriano pasó a formar parte, en 1546 y como cantorcico tiple, de la capilla musical del príncipe Felipe, futuro Felipe II.

Nuestro compositor no acompañó al rey Felipe en ninguno de los dos grandes viajes que realizó al extranjero.

Sin embargo, en 1552 se trasladó a Lisboa formando parte de la comitiva que acompañó a la princesa Juana, hermana de Felipe II. En su época no fue menos considerado que su coetáneo Antonio de Cabezón, gozando sus tientos de un carácter más alegre que el que se desprende de los de Cabezón. Entre 1561 y 1563, tras la defunción de García de Baeza, Soto fue organista de la Catedral de Palencia. En las actas capitulares de esta catedral se le nombra como Soto el lego. En 1563 fue sustituido por Juan de Peñalosa.

Parece que fue en 1571, tras la muerte del organista Cristóbal López, cuando Soto, siempre según lo publicado por Miguel Martínez, sirvió, durante sólo unos días, en la Catedral de Cuenca, como organista.

Las actas capitulares de la Catedral de Cuenca lo mencionan como el “Organista del rey”. Por su servicio le pagaron 10 ducados. No sabemos si se tratará del mismo Francisco Soto, pero la avanzada edad que tendría en este año nos hace dudar.

Dos tientos de Sexto Tono fueron publicados por Luys Venegas de Henestrosa en su Libro de Cifra Nueva. Otros dos fueron publicados por Higinio Anglés en La Música en la Corte de Carlos V. M.ª Rosa Calvo-Manzano publicó algunas obras para arpa.

Macario Santiago Kastner escribe que a la Congregación de Canónigos Reglares Agustinos de Santa Cruz le gustaba deleitarse e instruirse tañendo obras suyas.

Higinio Anglés no duda de su valía musical y reconocimiento que por tal le brindó Carlos V, pues gozó de un sueldo que únicamente era comparable al de Antonio de Cabezón.